“Yo quiero ser trader profesional.” Pues estás de suerte. O quizá no. Depende. Ya aclaramos que vivir del trading es posible, pero no esperes que se trate de una tarea fácil ni rápida. Como todas las profesiones tiene su proceso. Lo mismo para ser inversor. Tendrás que recorrer el largo camino de las etapas de la competencia. Y eso es de lo que vamos a hablarte hoy: De las 4 etapas de la competencia aplicadas a la formación del inversor o trader.
¿Te interesa? Créeme. Te interesa.

Invertir es como montar en bici
¿Te acuerdas cuando aprendiste a montar en bici? Sabías que era cuestión de mantener el equilibrio y de tener sentido de orientación y coordinación motora. Pero no sabías cómo conseguir hacer todo eso a la vez. Entonces empezaste a dar las primeras pedaladas pensando que primero tenías que pedalear hacia adelante, luego sentarte en el sillín y avanzar hacia adelante sin caerte. Al principio no siempre te salía bien. Pero poco a poco aprendiste y ahora montas en bici sin percatarte de que tienes que hacer todas esas maniobras simultáneas. Te sale naturalmente sin pensar.
Cuando quieres dedicarte a invertir o a hacer trading, sucede algo parecido.
El proceso de aprendizaje por la que la mayoría de nosotros pasamos hasta adquirir una habilidad nueva, sigue lo que llamamos “Matriz de aprendizaje” o etapas de competencia, y están divididas de la siguiente manera:
Etapa 1: Incompetencia inconsciente;
Etapa 2: Incompetencia consciente;
Etapa 3: Competencia consciente;
Etapa 4: Competencia inconsciente.
Las 4 etapas de la competencia del trader o inversor
La matriz de competencias se aplica igual para traders que para inversores. Veamos en qué consiste todo esto.
Etapa 1: Incompetencia inconsciente
La gran mayoría de nosotros iniciamos nuestro aprendizaje en la Etapa 1. Es una fase difícil del aprendizaje porque no sabemos lo que no sabemos. Casi todo lo que vemos es nuevo y, a medida que empezamos a aprender, más cuenta nos damos de todo lo que no sabemos. ¡Cuidado! Porque esto te puede crear ansiedad y hasta desmotivación. Se estima que entre 60% y 80% de los inversores se quedan atrapados en esta etapa.
A veces el éxito o el fracaso de nuestra vida como inversores depende mucho de los profesores o coaches que tengamos, por ejemplo:
- Si nos enseñan técnicas o métodos complicados de poner en práctica como inversores particulares (digamos… “deberías reunirte con el CEO de las empresas que analices”), difícilmente conseguiremos seguir los pasos aprendidos y hasta podríamos desistir del análisis fundamental.
- O, si las personas que nos están enseñando toman como premisa que tenemos una cierta base, podríamos arrastrar durante un tiempo un vacío sin conocimiento que podría causarnos muchos problemas, entre ellos la desmotivación.
Y, además, es una etapa peligrosa. Es aquí donde decidimos qué tipo de inversor queremos ser. Los profesores pueden influirnos en nuestra decisión, pero en inversión nuestra decisión debería depender del perfil psicológico que tengamos.
Si no tenemos paciencia para leer mucho no vamos a ser capaces de evaluar empresas e invertir siguiendo el análisis fundamental. Aunque tengamos muy buenos profesores no lograremos los objetivos iniciales.
En esta etapa de la competencia tenemos que pensar mucho antes de cualquier acción. Tenemos muchas dudas. Y es cuando más propensos estamos a consejos de los inversores “más experimentados”. No tenemos un plan de trading/inversión claro y nuestras rentabilidades son erráticas.
En resumen, no sabemos lo que no sabemos y no somos conscientes de eso, así que muchas veces no sentimos la necesidad de aprender.
Etapa 2: Incompetencia consciente
Alcanzar el nivel 2 de la competencia supone un gran paso para salir de nuestra ignorancia. Descubrimos lo que no sabemos. Una vez reconocemos que nos faltan ciertas habilidades y conocimientos sobre inversión para alcanzar mejores resultados, estaremos en disposición de aprenderlos. Podremos focalizar nuestros esfuerzos en adquirir esos conocimientos.
Parece obvio, pero muchas veces nuestra personalidad, experiencia de vida, edad, esquemas mentales, etc., crean una barrera que dificulta el paso de una etapa a otra. A veces incluso hay que desaprender algo. Y eso puede ser increíblemente difícil.
En este punto del aprendizaje descubriremos que muchos otros inversores son más competentes que nosotros, y esto nos puede desmotivar. Así que uno de los objetivos de esta etapa es ser positivo con el aprendizaje.
Gastaremos mucha energía en aprender, así que lo ideal es que sea de manera ordenada, para lograr nuestro objetivo final, que es ser un inversor mejor.
Probablemente en esta etapa dedicaremos más tiempo a nuestros ahorros e inversiones en fondos indexados o ETFs de índices. A medida que vamos aprendiendo, vamos comprando acciones seleccionadas. Pero, por ejemplo, no tenemos ni idea de lo que es gestión de riesgo. Nuestros resultados siguen lo que el mercado nos da y la sensación es que no tenemos control sobre las ganancias o pérdidas en nuestra cartera.
De momento lo más probable es que no sepamos por qué tuvimos ganancias en algunos activos o pérdidas en otros. Aún no sabemos lo suficiente para entender lo que pasa en nuestra cartera y normalmente atribuimos los resultados a causas externas a nosotros.
En resumen, sabemos lo que no sabemos y nos damos cuenta de lo largo que será el viaje hacia la acumulación de riqueza. Dependerá de cada uno elegir si seguir o no ese viaje.
Etapa 3: Competencia consciente
La etapa 3 de la competencia es mejor sitio para estar que las etapas anteriores, no cabe duda sobre esto. A partir de este momento conseguimos invertir por nuestra propia cuenta y no necesitamos asistencia de terceros. Pero sí que necesitamos concentración y esfuerzo para que las cosas salgan como deben salir. Para seguir mejorando es necesario practicar cada vez más.
El riesgo que vemos en esta etapa es que aún no dominamos todos los aspectos de la inversión y posiblemente tendremos pérdidas significativas en nuestra cartera por alguna operación en la que no hicimos una gestión de riesgo adecuada o por puro exceso de optimismo.
A pesar de que nuestros resultados son sensiblemente mejores que cuando estábamos en las etapas 1 y 2, aún no estamos en el top del aprendizaje y no dominamos todos los aspectos necesarios para tener 100% de control sobre nuestra inversión.
En resumen, en esta etapa sabemos que sabemos la materia, pero aún necesitamos cierto esfuerzo y concentración para realizar las tareas. Todavía no somos cinturón negro de las inversiones.
Etapa 4: Competencia inconsciente.
Llegar a esta etapa debería ser nuestro objetivo y el tuyo. No solo en temas de inversión, sino en cualquier materia relacionada con nuestras relaciones interpersonales o nuestro trabajo. A partir de este momento es cuando resolvemos los problemas sin gastar mucha energía. Es el nivel “persona con tanta experiencia que con echar un vistazo al trabajo ya es capaz de decir lo que está bien o mal sin pensar mucho”.
Las personas que llegan a este nivel de conocimiento pueden tener dificultad en explicar el motivo de sus decisiones, porque el conocimiento adquirido pasa a ser inconsciente y muchas veces actúan instintivamente.
Por ejemplo, cuando te preguntan sobre alguna regla gramatical de tu idioma. Muchas veces no somos capaces de explicar la regla, simplemente sabemos aplicarla.
El riesgo de esta etapa es que nos consideremos tan conocedores de la materia que dejemos de practicar y no aceptemos aprender cosas nuevas. Con el tiempo, esta actitud podría provocarnos un retroceso en las etapas. No podemos dejar que esta etapa sea nuestra nueva zona de confort. Hay que actualizar conocimientos. Siempre.
Llegados a este nivel de conocimiento invertiremos según nuestro propio criterio. Sin la necesidad de orientación de otros. Las decisiones serán más administrativas siguiendo las reglas preestablecidas según nuestro plan de inversión/trading. Cada activo en nuestra cartera cumplirá un objetivo específico en nuestro plan de inversión.
En resumen, en esta etapa no somos conscientes de lo todo que sabemos. Podemos ejecutar los trabajos sin mucho esfuerzo o concentración. Pasamos a tener control sobre lo que hacemos y podemos tener objetivos realistas con respecto a nuestras inversiones. Podríamos decir que acumular riqueza es cuestión de tiempo, independiente del tamaño de la cartera.
Conclusión
En estas dos últimas entradas hemos visto que para vivir del trading es necesario tratar el tema como una profesión. Y para ello es necesario aprender una serie de conocimientos y adquirir habilidades como en cualquier otra carrera profesional. Además, es necesario conocerse a uno mismo y entender cómo nos enfrentaremos al mercado. El camino es diferente para cada uno, pero todos tenemos un objetivo común.
La entrada de hoy nos da una idea de las etapas de la competencia que debemos superar hasta conseguir la autonomía y control sobre nuestras inversiones:
- No sabemos lo que no sabemos
- Descubrimos que hay muchas cosas que no sabemos
- Aprendemos lo que no sabemos
- Dominamos lo que sabemos. Ganamos experiencia y mejoramos.
No podemos saltarnos ninguna de estas etapas, porque cada una está asociada a nuestras características personales y cada uno las supera a un ritmo diferente.
¿En qué etapa consideras que estás tú? ¡Déjanos tus comentarios!
Nos leemos en la próxima entrada…
Gracias por leernos y ¡buenas inversiones!
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