La primera vez que pasas Navidad en el otro hemisferio, te da un cortocircuito cerebral. Sobre todo, si vas al hemisferio sur. Es verano, hace calor, y todo el mundo va en tirantes y chanclas menos Papá Noel, que sigue vistiendo su traje de franela invernal. ¿Pero qué…? Si. Y luego están las tradiciones… Nada que ver, claro. Si has pasado alguna Navidad lejos de casa, ya sabes de lo que hablamos. Los anuncios siempre son tipo “vuelve a casa por Navidad”. Vale. Y si no ¿Qué? ¿Cómo es la Navidad lejos de casa?
Esta entrada la escribo yo, Mercedes, y os voy a contar mi experiencia.

Antes de nada, voy a poneros en situación. En mi familia, las comidas y cenas siempre han sido muy formales – aperitivo, primer plato, segundo plato, postre y turrones con cava. Todos sentados a la mesa y con vajilla de días especiales. Y como no podía ser de otra manera, el tema Papá Noel o Reyes Magos nos lo tomamos muy en serio, guardando el secreto todo lo posible: Los regalos siempre han aparecido por arte de magia, para sorpresa de los más pequeños.
Además de eso, pues lo tradicional: cantar villancicos, pasear por los mercaditos navideños, ir a la cabalgata de Reyes, alguna que otra eucaristía… churros con chocolate, las campanadas… Ya sabes.
Lo tradicional.
Las costumbres.
La familia.
¿Cómo fue cambiar todo eso por una Navidad lejos de casa?
Navidad lejos de casa: en Brasil
Cuando eres joven, soltero o sin hijos, pasar Navidad lejos de casa es una aventura. Al fin y al cabo, a tu familia ya la ves todo el año (o casi) y poder viajar y vivir nuevas experiencias es mucho más estimulante.
Mis primeras Navidades lejos de casa fueron en Brasil. Como decía antes, cortocircuito cerebral. Nada de escaparates decorados con copos de nieve… Nada del típico consomé calentito, ni guantes o bufandas como ideas para reglar.
Definitivamente, una experiencia nueva.
Familia y amigos reunidos, fiesta en el jardín, música de samba y forró, mesa estilo buffet repleta de diferentes platos… Visita de Papá Noel antes de la cena (esto ahora es muy normal en España, pero hace 20-25 años no lo era) y regalos a los pies del árbol.
¿Os cuento un detalle curioso? Algo típico allí en Navidad son las torrijas ¡Sí! ¡Torrijas!
Nochevieja (Reveillon) la pasamos en la playa y la tradición era vestirse de blanco y acudir a la orilla del mar. Fuegos artificiales y brindis con champán. Según zonas echan flores al océano (ofrendas a Lemanjá) o saltan 7 olas pidiendo un deseo por cada una.
He de reconocer que eché de menos las uvas y las campanadas. No hubo una señal de “¡Ahora!¡Ya es año nuevo!” y eso, en mi opinión, le quitaba emoción al momento.
Navidad aún más lejos de casa: en Chile
En Bolivia no llegamos a pasar Navidad. Pero tanto ahí como en Chile montaban los nacimientos sin el niño. ¿Sin el niño? Si. Pesebre vacío. ¿Y eso? Sencillo. Si el niño no nace hasta el 25, el niño no se pone hasta el 25.
Se me hacía raro.
Otra cosa rara era los Reyes Magos. No lo celebran, pero en el Belén sí estaban.
Lo que te decía. Costumbres de cada lugar.
Cuando eres expatriado te vuelves malabarista. Y más en nuestro caso. ¿Ya intentaste compaginar niños, trabajo y familia de 2 países distintos, viviendo en un tercero? Spoiler: es complicado.
Nuestro periodo en Chile fue así y, como era de esperar, alguna Navidad nos tocó pasarla allí, lejos de “casa”. Lejos de la familia, pero cerca de los amigos que también les tocaba quedarse “de plantón”.
Y llegado este momento, todo cambia. Familia, costumbres y casa. Y descubres que tienes una nueva familia, una que has creado en el lugar donde vives. Y un nuevo hogar. Sin olvidar tus orígenes, pero adaptándote a tu nueva vida. Y pasas la Navidad lejos de casa, pero en tu nuevo hogar.
Montas un árbol —el más enorme que encontré. Organizas con tus amigos la cena de Navidad, y alguien se viste de Papá Noel para los niños.
¿Y mi reto? Mi reto a partir de ese momento fue tratar de mantener las tradiciones de Navidad a pesar de estar lejos de casa. Darles a mis hijas la magia que yo tuve de pequeña. La emoción de la noche de Reyes —en un país donde no se celebraban los Reyes Magos. Y tomar las uvas con las doce campanadas.
Claro… con limitaciones. Porque las uvas las seguíamos por televisión española, ¡con diferencia horaria! Y el roscón lo tuve que hacer yo😅
Navidad lejos de casa: en Perú
Cuando nos mudamos a Perú hubo muchos cambios. El más significativo fue la abundancia de españoles que llegaban, ya fuera por cuenta propia o a través de sus empresas. En Lima se formó una verdadera comunidad española.
Muchos llegaban solos, y si podían, regresaban a casa por Navidad. Pero otros muchos la pasaban lejos de su casa. Familias que, como nosotros años atrás, tenían que adaptarse a las nuevas circunstancias, a las nuevas tradiciones.
Algunos se organizaban para hacer la “visita de los Pajes Reales” con algún amigo disfrazado para tal fin. Y siempre había alguien con buena mano (mucho mejor que la mía) para hornear un roscón de reyes o similar. Quedada para tomar las uvas a las 6 de la tarde… etc.
Pero también los había que, en vista de lo que iba a ser su nueva vida, decidían crear nuevas costumbres y tradiciones que pudieran repetirse sin importar el destino.
Estés donde estés ¡Feliz Navidad!
Hasta que no te toca no lo piensas. ¿Pasar Navidad lejos de casa? ¡Venga ya! Pero es más normal de lo que nos pensamos. Trabajo, motivos económicos, pandemias…
Hay a quien no le importa. Y a otros les importa mucho.
Familia, tradición, costumbres, tu hogar…
A mi me gusta la Navidad. Para mí son fiestas en familia. Reencuentros. Un año que termina, otro que comienza. Nuevos sueños…
Pero cuando vives lejos de casa, no te queda otra que crear hogar allí donde estás. Y formar familia allí donde vas. Familia postiza o provisional, quizá. Pero familia, al fin y al cabo. Y celebras con ellos tus momentos, cumpleaños, nacimientos, graduaciones, bodas… Y de ser el caso, también celebras la Navidad.
Y lo mismo con las tradiciones. Las creas tú. Pueden ser nuevas, recicladas o adaptadas. E incluso puedes hacer un mix con las que vas descubriendo en cada sitio.
Todo vale. Lo importante es celebrar y compartir.
Así que, si te toca pasar Navidad lejos de casa… júntate con tu nueva familia y brinda con alegría. 🥂🍾
Estés donde estés ¡Feliz Navidad a todos y gracias por leernos!
Feliz navidad!!!!
Gracias Rafa!! Feliz Navidad para ti también!
Mercedes, me has hecho llorar. Pico-tres. <3 <3 <3
Ay Bego, desde aquí un abrazo enorme!!! Deseando vernos!!! 😘😘