¿Por qué invertir en experiencias? Creo que todos estamos de acuerdo en que lo de ahorrar e invertir está muy bien, pero con un objetivo. Y ese objetivo puede ser a corto o largo plazo, pero no podemos olvidarnos de disfrutar del camino.
Disfrutar del camino significa invertir en ti mismo, en cosas que te gusten, en experiencias, en intangibles que aporten valor a tu vida.
Hoy vamos a compartir contigo 4 ideas para invertir en experiencias submarinas, por si quieres ir programando tus próximas vacaciones ¡cuando el Covid-19 nos deje!
Allá vamos:
Experiencia nº1: ¡Vamos de Buceo! 🐠
Si no lo has hecho nunca ¡tienes que probarlo!
Nosotros hicimos nuestro “bautismo de buceo” en Fernando de Noronha (Brasil), en unas aguas cristalinas y con un fondo marino lleno de vida.
No hay que tener ningún entrenamiento previo_ salvo saber nadar, claro. Tan solo te dan una breve charla en el barco indicándote algunos consejos, y listos para tirarte al agua acompañado por un monitor. Es una experiencia segura y tranquila que todos deberíamos poder hacer al menos una vez en la vida.
Es increíble la cantidad de vida que hay bajo el agua. Todos hemos visto documentales, si. Pero disfrutarlo en primera persona es otra cosa. ESPECTACULAR es la palabra.
Siempre lo dicen: te sumerges y te olvidas del mundo.
Bucear puede ser un deporte, una terapia antiestrés, pero sin duda alguna es una inversión en valor. De esas experiencias que te llevas contigo y, si puedes, repites más veces.
Y ojo, que Fernando de Noronha es un paraíso para los submarinistas, pero hay muchísimos sitios en España y en el mundo donde se puede practicar el submarinismo. Así que ¡ya estás tardando en buscar uno!
Experiencia nº2: Esnórquel con tortugas marinas 🤿
¿Quién no ha practicado nunca esnórquel?
El esnórquel es una experiencia parecida al buceo, pero más accesible y fácil: busca unas gafas, una cala tranquila y ¡al agua!
Ahora bien, según qué zonas sólo verás arena, rocas y quizá algún erizo o algún pececillo despistado. Un amigo de mi abuelo hacía esnórquel en Benidorm y a veces salía del agua con alguna moneda o billete que algún guiri habría perdido no se sabe muy bien cómo.
No está mal.
Pero ¿y si le añadimos algún aliciente como hacer esnórquel con tortugas marinas? Eso ya suena a inversión en valor, ¿eh? ¡Una experiencia diferente!
En Akumal, Riviera Maya (México) hay una playa donde bañistas y tortugas conviven en armonía durante unos meses (la actividad está controlada por las autoridades para no poner en riesgo el bienestar de las tortugas).
En esa época, de mayo a octubre, puedes hacer esnórquel junto con tortugas marinas centenarias ¿Ya lo pensaste? ¡¡Una maravilla!!
Para nuestras hijas, que solo habían visto esas tortugas en dibujos animados, fue toda una aventura. ¡Sólo faltaba Nemo!
Y para nosotros, una experiencia en familia que disfrutamos mucho. ¡Una buena inversión!
Experiencia nº3: Nadar con el tiburón ballena 🐳
El tiburón ballena es el pez más grande del mundo. Puede medir hasta 18m, aunque lo normal es que mida unos 10-12m.
Vive en aguas cálidas, cerca del Ecuador, y a pesar de su tamaño es un animal no carnívoro y bastante pacífico, por lo que en algunos lugares existe la posibilidad de ir en paseos especializados a bañarte cerca de ellos.
Nuestras hijas lo recuerdan con gran emoción “¡Era enoooorme!” … “¡Papá y yo saltamos los primeros!” … “¡nadaba muy rápido!”
Las instrucciones eran claras “sentaos al borde del barco y cuando yo os diga, saltáis y nadáis a toda velocidad junto al tiburón”. Cada adulto con una niña. Nervios.
“Preparados…. ¡ahora!”
Y saltas al agua, y tratas de nadar todo lo rápido que puedes, y te sientes tan pequeño y frágil… y el tiburón ballena pasa cerca de ti, enoooorme… y piensas “¡WOOOOOW!” Porque, en serio, en ese momento no serás capaz de pensar otra cosa.
Es genial.
Es de esas experiencias breves, pero intensas, que te llenan de energía y luego te pasas todo el día hablando de lo mucho que te ha gustado. Muy chula.
Experiencia nº4: Bañarte con tiburones 🦈
Ahhhh…. ¡Estos sí son tiburones de verdad! El plato fuerte para la experiencia nº4.
Sucedió en Bora-Bora. Estábamos celebrando nuestro 5º aniversario y decidimos invertir en esta experiencia.
Chafi: ¡vamos al baño con tiburones!
Mercedes: ¡estás loco, tenemos dos hijas!
La excursión molaba mucho, así que nos metimos en un barco lleno de recién casados en busca de aventuras.
Llegamos al lugar, lanzaron cebo al agua para atraer a los tiburones, y al rato el monitor dijo “¡todos al agua!”. Él se lanzó primero y nos invitó al resto a seguirle.
Todos nos miramos. “Salta tú primero”
A ver, habíamos ido a eso, pero una vez allí… ¿Quién es el valiente que salta, eh?
Al final saltamos todos. Te dan las instrucciones, las sigues, y te dejas llevar por la fe ciega de que si no fuera seguro no existiría ese paseo.
Muchas decisiones en la vida se toman así, cerrando los ojos y saltando.
Y allí estábamos en medio del océano con un montón de tiburones de punta negra y tiburones limón nadando a nuestro alrededor y bajo nuestros pies.
Para quien no está acostumbrado a fuertes aventuras, el subidón inicial de adrenalina es bestial y la experiencia vale mucho, mucho, la pena.
Invertir en experiencias es invertir en valor
Invertir en experiencias es invertir en valor. Hacer cosas diferentes solo, o en familia, o con amigos, es una buena inversión.
Ya no sólo por la vivencia en sí, sino porque cada vez que lo recuerdas, lo revives, vuelves a disfrutarlo, sonríes, te emociona.
Son momentos que ya nadie te quita. Es dinero bien invertido.
Así que, si tienes pensado hacer un viaje al caribe o a alguna buena playa, no te conformes con quedarte tomando el sol en el resort… ¡aprovecha para invertir en vivir experiencias!
Y tú ¿Cuál es la última experiencia en la que has invertido? ¡Anímate a compartirla con nosotros en los comentarios!
Unas experiencias inolvidables. Les felicito por ellas.
Eso sí, incompatibles con el lonchafinismo…
Gracias Sr. Buffett!!
Tiene usted razón, pero hay que intentar escapar de la carrera del lonchafinismo 😉